Proveniente de China y Corea, este árbol ampliamente extendido, de lento crecimiento, alcanza 9-15 m, pero suele ser más pequeño en los jardines. La corteza es asurcada y las ramas, de puntas caídas. Las hojuelas, verde medio, adoptan un color entre amarillo dorado y naranja en otoño. En verano brotan grandes racimos de flores amarillo claro, seguidos por vainas papiráceas vesiculares marrón rosado. Le van bien los suelos alcalinos. Medianamente resistentes a las heladas, prosperan a pleno sol en un suelo fértil y bien ventilado con un excelente drenaje. Pueden resistir veranos calurosos y secos, pero no toleran las condiciones costeras. Se podan los primeros años para formar un tronco único.